Los neumáticos son una de las piezas más importantes de un coche, si no la más importante. Desgraciadamente, muchos conductores no cuidan bien sus neumáticos, lo que puede tener graves consecuencias.
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Y es que, un mal mantenimiento de los neumáticos no sólo puede comprometer el rendimiento del vehículo y dar lugar a costosas reparaciones, sino que también puede ponerte a ti y a otras personas en peligro de sufrir un accidente de tráfico.
Si quieres mantener tu vehículo seguro y en condiciones de circular durante más tiempo, es fundamental que te asegures de que los neumáticos están bien mantenidos en todo momento. A continuación te indicamos algunas medidas sencillas que debes tomar para mantener tus neumáticos en perfecto estado.
1. Comprueba la presión con regularidad
La presión de los neumáticos puede tener un impacto significativo en la dirección, el manejo, el frenado y el kilometraje de tu coche. Si los neumáticos están poco o demasiado inflados, puede aumentar el consumo de combustible y hacerlos más susceptibles al desgaste. En el peor de los casos, una presión incorrecta de los neumáticos puede provocar un reventón y hacerte perder el control del coche.
Para evitar ponerte en peligro a ti mismo y a los pasajeros o tener que llamar al servicio de asistencia en carretera, es importante que compruebes la presión de los neumáticos al menos una vez al mes, incluido el neumático de repuesto. También debes comprobar la presión antes de realizar viajes largos o si tu coche lleva una carga más pesada de lo habitual.
2. Comprobación de daños y desgaste inusual
También es importante que los conductores comprueben físicamente los neumáticos y busquen cualquier signo de desgaste o daño inusual. Esto puede incluir cortes, bultos o cualquier objeto que haya perforado el neumático. Si observas alguno de estos problemas, deberás llevarlo a un mecánico profesional para que los revise y repare si es necesario. En algunos casos, será
necesario sustituir el neumático por uno nuevo. Si pinchas mientras conduces, sustitúyelo por el de repuesto si puedes hasta que llegues al taller más cercano para que lo revisen. Las llaves ajustables de proveedores como RS son una de las herramientas más comunes a la hora de ajustar las tuercas de los neumáticos si has de hacer un cambio de rueda. Ten en cuenta que los neumáticos de repuesto están diseñados sólo para un uso temporal y deben cambiarse por uno normal lo antes posible.
3. Mantén las ruedas alineadas
Tener las ruedas desalineadas también puede crear problemas en los neumáticos. Una alineación incorrecta puede provocar un desgaste desigual de los neumáticos, lo que puede debilitarlos y hacerlos más propensos a sufrir daños. También puede reducir el control del conductor sobre el coche y aumentar el consumo de combustible. Cuando lleves a revisar tu vehículo o te pongan neumáticos nuevos en un taller, asegúrate de que comprueban la alineación y la ajustan si es necesario.
4. Asegúrate de que el dibujo es suficiente
El dibujo de los neumáticos tiene un impacto directo no sólo en el rendimiento de tu coche, sino también en su seguridad general, especialmente en condiciones meteorológicas adversas. La profundidad mínima legal del dibujo es de 1,6 mm, por lo que es importante asegurarse de que no baja de este límite. Si la profundidad de la banda de rodadura es igual o inferior a la mínima,
deberás sustituir los neumáticos de inmediato. Recuerda que conducir un coche con neumáticos por debajo de este límite no sólo es ilegal, sino también extremadamente peligroso y hará que tu coche no pase la ITV, por ejemplo. Tener la profundidad correcta es esencial para garantizar un buen control y maximizar la seguridad de tu vehículo.
5. No sobrecargues tu coche
Sobrecargar tu coche puede ser más peligroso de lo que crees. Un vehículo con mucho peso puede comprometer la maniobrabilidad y provocar un desgaste excesivo de los neumáticos debido al exceso de calor. Esto podría provocar la explosión de los neumáticos y ponerte en peligro de sufrir un accidente de tráfico.
Por suerte, la mayoría de los neumáticos incluyen una etiqueta con el índice de carga. Procura no superar la cantidad recomendada.
6. Ten cuidado al subirte a los bordillos
Tanto si aparcas en una calle con mucho tráfico como si intentas sortear un obstáculo en la carretera, a veces es inevitable subirse al bordillo. Sin embargo, es importante tener cuidado al maniobrar con el coche, sobre todo si quieres mantener los neumáticos en perfecto estado. Montar en el bordillo puede hacer que los flancos del neumático queden atrapados entre el bordillo y la rueda, lo que puede debilitarlos y provocar un reventón del neumático. Lo ideal es que evites subirte al bordillo, pero si no tienes más remedio, hazlo con cuidado. Súbete al bordillo lentamente en un ángulo agudo y asegúrate de no raspar el lateral de la acera
para evitar dañar los neumáticos.
7. Mantén unos buenos hábitos de conducción
Además del mantenimiento básico, también es importante que practiques buenos hábitos de conducción para mantener tus neumáticos en buenas condiciones. Frenar o acelerar en exceso mientras conduces, o parar y arrancar constantemente en medio del tráfico, puede tener un efecto perjudicial en tus neumáticos y hacer que se desgasten más rápidamente. Teniendo esto en cuenta, intenta conducir de la forma más suave y constante posible y evita las velocidades excesivas. También debes evitar las irregularidades de la calzada y peligros como los baches, y reducir la velocidad en los badenes para evitar que las ruedas se desalineen. Por supuesto, éstas son sólo algunas de las formas en las que puedes asegurarte de que tus neumáticos están en buenas condiciones, pero deberían darte algunas ideas de cómo puedes mejorar el rendimiento, el confort y la seguridad de tu vehículo.
