Para un fabricante de neumáticos, el automovilismo es una herramienta de comunicación increíble, pero también sirve para probar soluciones técnicas y para desarrollar un gran número de tecnologías que se aplican en los neumáticos de producción en serie.
El automovilismo potencia la imagen de marca
Si un fabricante de neumáticos quiere cuidar su imagen ante el público en general y los consumidores, su presencia en el automovilismo puede darle una gran visibilidad y puede permitir asociar una marca a unos valores deportivos. De hecho, unos buenos resultados, por ejemplo en las carreras, son unos argumentos valiosísimos para demostrar la eficacia y las prestaciones de los neumáticos de una marca. La imagen de marca que se consigue también beneficia a todas las gamas del constructor que aprovecha las ventajas de los resultados deportivos y goza también de una imagen de marca y de notoriedad entre el público.
Cuando vendes millones de neumáticos en el mundo es mejor que te consideren un campeón de las gomas que ha demostrado su valía en competición. La mayoría de los grandes grupos del mercado, ya sea Michelin, Pirelli, Dunlop, Goodyear, Continental o Bridgestone, están presentes en el automovilismo a distintos niveles. Y los departamentos de comunicación de las marcas señalan cada vez la estrecha relación que existe entre los neumáticos de competición y los de carretera para demostrar su valor al cliente medio, que asociará la marca a sus resultados deportivos, y eso influirá sin duda a la hora de comprar unos neumáticos nuevos para su coche.
Innovaciones gracias a la competición
Más allá de la herramienta de comunicación que representa el automovilismo para los numerosos fabricantes, la competición es en realidad un laboratorio de desarrollo para los neumáticos de carretera. Y lo es a muchos niveles. Los neumáticos que utiliza en carrera un prototipo en las 24 horas de Le Mans, un Fórmula 1, un coche de rally o un GT en una carrera de velocidad, no tienen nada que ver en cuanto a las prestaciones, las limitaciones y los costes con un neumático de coche de carretera.
El neumático deportivo o de turismo tiene que durar varias decenas de miles de kilómetros y tiene que circular tanto sobre seco como bajo la lluvia y sobre todo tipo de asfalto, o casi. Y también tiene que ser asequible económicamente, incluso para los coches deportivos muy potentes. Pero las carreras siguen siendo un campo de pruebas interesantísimo para probar muchos parámetros que pueden llegar hasta el mundo de la producción en serie.
Una transferencia de tecnología
En cada carrera de automovilismo, el fabricante estudia y prueba nuevos materiales, nuevos procesos de fabricación y nuevas apuestas tecnológicas para lograr ofrecer el mejor nivel de eficacia posible en la pista. Y como confirman los especialistas en competición de los fabricantes de referencia como Michelin y Pirelli, hay una transferencia de tecnología entre el neumático de carreras y el de carretera. Esta herencia de la competición se observa en cuatro apartados importantes: el perfil del neumático, su estructura, la selección de los materiales y el dibujo de la goma, aunque este último punto no afecta a los neumáticos slick que usa una gran categoría de coches de carreras (Fórmula 1, GT, prototipos de las 24 Horas de Le Mans, monoplazas, etc.) cuando la pista está seca. Por tanto, las investigaciones que el fabricante ha llevado a cabo para mejorar los resultados en carrera influyen directamente en los neumáticos de carretera que se comercializan, sobre todo en productos con prestaciones muy altas que se montan en coches deportivos. Los neumáticos de carreras y los neumáticos de carretera están en dos mundos de prestaciones muy diferentes.
Un desarrollo para cada tipo de neumático
Todas las disciplinas del automovilismo no son iguales en cuanto a su aportación para los neumáticos de carretera, pero se complementan:
- Las 24 Horas de Le Mans permiten trabajar sobre la durabilidad de los neumáticos y sobre el mantenimiento de sus prestaciones.
- El rally permite trabajar sobre la solidez del neumático en condiciones difíciles: es una de las escasas disciplinas que se corren en carretera abierta y no en circuito. Eso permite correr en perfiles de carretera reales y no sobre el asfalto de circuito sobre el que no se circula en la vida diaria. Y debido a la naturaleza del suelo, a veces muy irregular, también es muy útil para mejorar los neumáticos todo terreno.
- Algunas disciplinas nuevas que permiten los motores eléctricos pueden ayudar a optimizar la resistencia al rodamiento y la eficiencia energética de la goma. Ciertos campeonatos, como la Fórmula E, exigen además que se utilicen gomas con ranuras y no slick para seco, lo que también permite trabajar con un perfil de neumático más cercano al de la producción en serie.
- Y en las disciplinas llamadas de “competición cliente” se busca la facilidad de pilotaje de la goma, cuyo diseño es diferente al de un producto más puntero reservado para la Fórmula 1 o para los prototipos de fábrica en las 24 Horas de Le Mans.
E incluso en una disciplina tan especial como la Fórmula 1, en la que las características del neumático están alejadísimas de las de un neumático de carretera, el hecho de trabajar con unas limitaciones de las prestaciones lo más radicales posibles permite descubrir nuevos ejes de desarrollo.
Una influencia hasta el neumático económico
Evidentemente, es fácil pensar que los primeros neumáticos de carretera que se benefician de estos desarrollos en el automovilismo son los de los coches deportivos, porque sus limitaciones en cuanto al rendimiento puro son más importantes. Pero incluso las gamas más económicas sacan partido de algunas cosas que se aprenden en la competición, sobre todo en cuanto a la resistencia al rodamiento o para algunas mezclas de goma. Las investigaciones que se llevan a cabo en ciertas categorías de las competiciones de automovilismo también influyen en la proporción de sílice y en el trabajo sobre la estructura y su cableado
En resumidas cuentas, ¡el deporte siempre es bueno para tus neumáticos de carretera!
